Exorcismo
Un día y otro.
Bilis y coros de horror.
Cómo me saco de mí esto,
cómo completo mi armonía
sin recurri al ego
cómo me supero
cuando lo intento
si cada vez que llego
sigo siendo el mismo enano
de hace 29 años.
Qué puedo hacer
si mi horizonte se despierta
optimista
y el ocaso
es un reguero de mierda.
Vuelta a empezar.
En este caso no hay niebla,
tengo claro que no puedo seguir igual,
pero ser otro me da miedo
y ser el mismo me mata.
¿Por qué no puedo estar en paz?
Porque me pregunto,
me reinvento en este
en el siguiente minuto,
y seguirá
inevitable como el sueño,
como el hambre o la sed,
como estos nervios que corroen.
Cuánto tiempo más,
cuánto cuesta estar
en este cuerpo.
Quién quedará
en mi exorcismo
quién querrá
conocer debajo de la máscara;
una cala,
un itsmo,
una ínsula
erosionada
que busca un punto y seguido.
El dolor del alma
tarda en cerrar
y la hemorragia
nace como inspiración
en la Fuente de Castalia.